DESCUBRE Y CULTIVA TU SER INTERIOR
Profesorado de yoga asincrónico
Creamos un Profesorado de Yoga que podés comenzar hoy mismo y certificarte internacionalmente en 9 meses, desde donde estés.
Saber más...
Como maestro en las prácticas de yoga me ayudaste a ver que sanar es algo holístico y a encontrar lo que buscaba: dejar de forzar, separar el cuerpo, la mente y lo que siento. La imágen que tengo es la de un director de orquesta que con tiempo, amor y paciencia logró que pueda hacer esas 3 partes colaborativas. Me enseñaste la importancia de preguntarse más "para qué" y menos "por qué", todo esto con una persepción que ayuda a que el mensaje se reciba. Gracias.
Recuerdo que fui a la primer práctica de yoga, hacía tiempo que quería arrancar y nunca me daba el espacio para hacverlo, muy cansada y con mucha carga energética de mi laburo. En una de las posiciones, te acercaste y me dijiste al oido "estás abarcando más de lo que podés", y fue muy revelador, muy profundo. Sin conocerme, me habías sacado la ficha. Esa habilidad y/o don para ver mas allá de lo que demostramos es muy mágico. Te admiro y felicito por eso.
Fuiste el primer maestro de yoga que tuve, un puente hacia el mundo que mi alma deseaba profundamente encontrar.
Me acuerdo que llegué a Ser interior allá por el 2013 buscando un curso de meditación y vos me dijiste "querer hacer un curso de meditación es como querer hacer un curso en amor".
Luego me invitaste a quedarme a la clase de Hatha Yoga. Y de ahí fue un antes y un despues rotundo en mi vida. Desde esa clase y gracias a vos mi vida y mi ser estaban sedientos de yoga. Me fui a la facultad para saber más y más. Y acá sigo, siempre entregada a los brazos amorosos del yoga ara compartirlo y expandirlo a cada rincón de la vida y donde sea que vaya como aprendí en tus prácticas. Gracias.
Enseñas con amor y con el ejemplo. Tenés percepción, oficio, experiencia y permanente capacitación pero sobre todo pasión por lo que hacés. Un maestro enorme.
Elegí Ser interior para iniciar el instructorado en 2017. Definitivamente Ale, fuiste un gran resonador para mí, un gran lector de mi proceso, que fuiste acompañado con mucho respeto, a mis tiempos.
La frutilla del postre, haberme acompañado con Simón en la panza, a mi familia en tu hogar. Ser interior, mi familia y yo te queremos mucho.
Irrefutablemente lo primero que tengo para decir es gracias. Sos mi terapeuta, mi guía, mi referente cuando estoy perdido. Me ayudas a mirar donde tengo que mirar, y el mejor ejemplo de experiencia que he vivido con vos fué un llamado desde la India que cambió todo en mi vida.
Gracias por confiar en mpi cuando yo ya no confiaba.
Te quiero, me quiero.